miércoles, 26 de julio de 2017

Los caminos que le veo al país en este siglo XXI


1.- Que continúe en el actual infierno para la mayoría;  de corrupción, sobornos e impunidad, que solo beneficia a funcionarios, legisladores, jueces y fiscales, pero que  empobrece la sociedad y nos mantiene en los más vergonzosos y peores lugares  de los países del mundo en los principales indicadores estadísticos de salud, educación, pobreza, corrupción,  salarios,  etc.


2.- Un  golpe militar  nacionalista o corrupto, con la decisión  o el discurso de erradicar estos males y castigar la corrupción,  la impunidad e impulsar las reformas que requiere la sociedad.

3.- Un estallido social que desemboque en una guerra civil para establecer  el imperio de la Ley.

4.- La salida Cristiana; EL PERDON.  ¿Cómo así? Llegar a un gran  pacto social;  De borron  y cuenta nueva.  Donde se perdonaría de no ser perseguido por la justicia, a los que se han desfalcado el país,  lucrándose con la corrupción y la impunidad,  a cambio de  su cooperación y permitir se establezca el imperio de la Ley.

De no establecer el perdón, las demás opciones son un baño de sangre, o que continúe por muchas décadas más el más de lo mismo. Lo que será peor.  Lo que prolongaría el atraso del país, se mantendrán los salarios de miseria, hará crecer la pobreza,  el sufrimiento y frustración de tantos, porque unos pocos seguirán robándose el sudor de  esos tantos, que son el pueblo humilde que trabaja y paga impuestos.

¿Cómo se establecería el imperio de la Ley? Impulsando los cambios Constitucionales necesarios para establecer un Sistema de Justicia honorable e independiente, que podría ser estableciendo la misma medicina que los países donde el sistema judicial funciona, estableciendo el sistema de jurados. Donde los jurados, determinan la culpabilidad o inocencia del imputado y la pena que se le aplicara. Y los jueces administran el proceso.

Establecer un sistema de elección, donde el Procurador General de la Republica sea independiente. Y no como en el presente, que es un servidor de quien administra los recursos públicos, el Poder Ejecutivo.

Que los Ministros sean escogidos por el Congreso, para que su lealtad sea a la Constitución y las Leyes, no ha un individuos porque le deben su designación. Y que su función sea ser entidades de investigación, desarrollo e innovación, y de asesoría de los ministerios provinciales;  no megahuacales de botellas como en el presente.

Que nuestros gobernadores sean elegidos democráticamente por la población regional o provincial. Que cada región o  provincia tenga su presupuesto y sus ministerios.

Que la policía nacional sea descentralizada, y convertida en policías municipales, para destruir la asociación mafiosa del presente de cadena policíaca  y delincuencia.

Y las otras medidas que sean necesarias para establecer una verdadera democracia; descentralizada y participativa. Que sustituya el corrupto y vergonzoso modelo actual de nuestro sistema centralizado en el Poder Ejecutivo  y representativo. Donde el Poder Ejecutivo se convierte automáticamente en un capo y el país en su organización.  Es vital la verdadera independencia de los poderes públicos, para que el sistema sea sano y funcional.

Para que antes de que lleguemos a la mitad de este siglo XXI, podamos anunciarle al mundo,  -los  dominicanos lo hemos logrado-  hemos alcanzado el objetivo de dejar de ser un país subdesarrollado del tercer mundo,,,  ahora hay que hablar de una Quisqueya Potencia, democrática e institucionalizada, con un verdadero sistema de justicia, sin corrupción, ni impunidad. Y con los problemas fronterizos resueltos y sin migrantes ilegales en nuestro territorio.

Por: Milton Olivo.

El autor preside el Movimiento Patriotico “Quisqueya Potencia”.

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